El décimo tercer mes…!

Dice la teoría económica que cuando nuestros ingresos aumentan nos podemos enfrentar a la “teoría del gasto creciente”, es decir, si viajaba en bus ahora lo sustituyo por la compra de un vehículo, si mi almuerzo era un casado, ahora es un plato más sofisticado, eso no es necesariamente malo, particularmente cuando la mejora de ingresos es permanente y dejamos un espacio al ahorro marginal, lamentablemente en muchas ocasiones, ese ingreso extra lo asociamos solamente a consumo presente.

¿Que deberíamos hacer? Sin duda lo primero debería centrarse en atender mejoras urgentes en nuestro hogar, atender aquellas necesidades que hemos debido postergar por la ausencia de recursos y el propósito de no generar endeudamiento.

El ahorro es algo que debe estar en los primeros puestos, si estamos por debajo de los veinticinco años sin duda podríamos empezar a generar un ahorro anual con un porcentaje de nuestro aguinaldo cuyo destino sea fortalecer nuestra futura pensión, si estamos en edad mas avanzada, con familia que empieza, establecer un plan de ahorro destinado al financiamiento universitario de nuestros hijos es otra gran decisión.  Solo para que nos “hagamos la boca agua” si empezáramos a los 25 años a ahorrar 25,000 por mes a una tasa de interés del 5% anual acumularíamos mas de diez millones de colones al final del plazo, muy diferente sería nuestra posición futura de disponer de recursos adicionales.

¡Si…!  Destinemos un porcentaje al consumo que no supere el treinta por ciento de nuestros ingresos, es muy merecido para celebrar, para agradecer a la gente que está a nuestro lado pero no más.