El olfato a aguinaldo, excedentes, está en el ambiente y quizás sea la oportunidad para aprovechar el inicio de un ciclo virtuoso de ahorro. Sabemos que el régimen de pensiones cada día se complica pues su eje fundamental, la pirámide poblacional perdió su ritmo de crecimiento. La constitución de un segundo pilar de pensiones en el año 2000 hoy esta representando para muchos ingresos adicionales cercanos al 25%, sin embargo, quienes se pensionen en los próximos años tienen la incertidumbre de saber si tendrán que trabajar mas años y/o recibir un porcentaje de pensión de CCSS menor.
Ante ese panorama esta coyuntura de ingresos adicionales nos debe motivar a destinar recursos de nuestros ingresos al ahorro de largo plazo. Por eso inicié el articulo con la indicación de “páguese a si mismo”, es decir acostumbrémonos a deducir siempre de nuestro salario y de aquellos ingresos importantes un porcentaje que no sea menor del diez por ciento a un fondo de ahorro, si este fondo se establece bajo los beneficios de los planes de pensión privados tendremos otro beneficio adicional, tasas de interés libres de impuestos.
Quizás debamos ver el ahorro como “otra carga social” de forma que no se considere en nuestros planes de consumo. Para lograrlo hagamos una revisión inicial “análisis base cero”, es decir revisemos nuestros egresos y preguntémonos para que, entre mas para qués podamos respondernos más consistencia tendrá el egreso.
Recordemos que cuando los ingresos aumentan el “Homus Economicus” que llevamos dentro tiende a movernos hacia un estado de bienestar, es decir, si viajaba en bus ahora paso a buscar un vehículo, si tenia un vehículo, paso a comprar otro mas grande, moderno, etc, no perdamos la racionalidad en el manejo de los ingresos y en el largo plazo veremos los resultados