Como lo había comentado de previo, estamos en el período de elaboración de presupuesto 2026, algunos mas avanzados que otros quizás, pero todos vinculados a tan importante ejercicio anual, a propósito de ello quería compartir algunos elementos de la economía internacional, con enfoque en nuestro principal socio comercial para apoyar esas predicciones de ingresos.
La economía de EE. UU venía mostrando un crecimiento en la generación de puestos de trabajo sostenido que nos hacia pensar que el efecto de los aranceles parecía no estar afectando, lamentablemente recién nos damos cuenta de que la BLS, en español la Oficina de Estadísticas Laborales tenia un “error” de nada mas que 911,000 puestos de más, lo que evidentemente cambia el panorama, por si se lo están preguntando, Ericka McEntarfer, la jefe fue despedida por el señor Trump. A esta circunstancia debemos agregar un fenómeno que debo admitir personalmente no le había dado el suficiente análisis, me refiero a los problemas derivados de la política de inmigrantes de la nueva administración, no me refiero a los deportados los que sin duda minan la economía de miles de familias y la economía de distintos países latinoamericanos sino mas bien a la enorme problemática de todas aquellas personas que por temor no están saliendo de sus casas y por tanto empiezan a contraer muchas actividades económicas, esto pareciera que no debe ser sostenible en el largo plazo pero sin duda generará recesión en nuestro socio comercial.
Los “famosos” aranceles de los que todos escuchamos desde el 2 de abril pasado en realidad no están claros todavía y además su efecto tampoco se esta reflejando en los precios lo que implica que el consumidor estadounidense todavía no lo ha sentido plenamente a la hora de ir al super, su efecto lo recibirá más avanzado el próximo año cuando los inventarios de las empresas que salieron a comprar en exceso en abril pasado para evitar caída en ventas se agoten y tengan que ser renovados.
Estos elementos sin duda podrán darle prioridad al consumo básico de la gente y por lo tanto dejar de comprar banano, café y viajar, esto debe reflejarse en aquellas consideraciones de ingresos vinculadas a la industria hotelera, transporte, sector comidas, etc